jueves, 24 de junio de 2010

El desenlace: Grupo C


Empezaba el día con una de las grandes en apuros. Inglaterra, a la que muchos dábamos como una favorita al Mundial, necesitaba la victoria. Tampoco es que tuviera una empresa muy complicada, pero había que batir a Eslovenia y no valía el empate. Los del Triglav empezaban el día siendo los sorprendentes líderes pero tenían todas las papeletas para no clasificarse. En el otro partido, Estados Unidos y Argelia necesitaban la victoria para tener opciones de pasar. El reparto de puntos podría valer a los americanos si los eslovenos podían con los ingleses.

Empezaban los partidos y me centraba más en el Eslovenia-Inglaterra. Capello sentaba de inicio a Lennon y Heskey (ya era hora) y metía a Milner y Defoe. El del Tottenham estuvo muy activo y entre los dos firmaron el primer gol. Gran centro del 'villano' desde la derecha pegado a la línea de cal y Jermaine se adelantaba al central para clasificar a los ingleses. Lampard y Gerrard pudieron aumentar la diferencia poco después pero entre la falta de puntería y Handanovic no lo consiguieron.

El gol hacía que el empate en el Estados Unidos-Argelia no valiera a ninguno de los. Seguía sin moverse el marcador pero no era por falta de ocasiones. Djebbour disparaba al larguero en la más clara de los africanos y los americanos tenían unas cuantas entre Donovan, Altidore, Herculez y un Dempsey espectacular al que le anulaban un gol legal. Se llegaba al descanso con el 0-0 y el sueño esloveno seguía vivo.

Con el segundo tiempo me cambiaba de partido. Intuyendo que los balcánicos no serían capaces de empatar, la emoción se centraba en Pretoria. Los de Bradley, liderados por su hijo en el campo, se volcaron sobre la portería rival y las ocasiones, muchas de ellas clarísimas, llegaban una tras otra pero eran incapaces de acertar. Los argelinos, a pesar de necesitar dos goles para pasar, se metían cada vez más atrás y apenas salían a la contra.

En Port Elizabeth se mantenía el 1-0 y no había visos de que la cosa fuera a cambiar. Los de Capello se defendían y perdían tiempo ante un rival que buscaba el empate que los clasificara. Lo tuvieron en una triple ocasión pero no pudieron conseguirlo y el partido terminó, los ingleses a octavos y toda Eslovenia a esperar. Se entraba en el descuento en Pretoria y, en una contra, el mito Donovan cazaba un rechace para destrozar las ilusiones eslovenas (la mía entre ellas) y meterse Estados Unidos como primera de grupo. Los americanos lo merecieron sí, pero los del Triglav no se merecían esa crueldad. Estuvo muy cerca nuestro sueño...

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