Miércoles previsible

Previsible. Así fue la noche de ayer de la vuelta de los octavos de final de la Champions. Pasaron los equipos que jugaban la vuelta en su estadio, es decir, los primeros de grupo de la liguilla. Algunos con bastanates más apuros de los esperados y otros con un partido plácido.

Villarreal 1 - Glasgow Rangers 1. Histórica noche la vivida ayer en El Madrigal. Gran ambiente en el pequeño estadio que fue invadido por hinchas escoceses. Se suponía una noche relativamente sencilla para el cuadro de Pellegrini, pero ni mucho menos fue así. El Rangers sorprendió de inicio presionando arriba y suyas fueron las primeras ocasiones, con tiros de Namouchi y Buffel en apenas cinco minutos. En el minuto 11 llegaba el 0-1 por medio de Lovenkrands. El gol llegaba en un balón muerto en el área que el danés sólo tuvo que empujar. El gol venía precedido de un fallo de Josico al regalar el balón a Lovenkrands en la presión. Los escoceses siguieron presionando y el Villarreal pese al dominio del balón no creaba peligro. Riquelme recogía el balón muy lejos del área y siempre con Ferguson a su espalda. A cinco minutos del descanso, Forlán tuvo la ocasión del empate en contraataque. Un pase en profundidad de Gonzalo Rodríguez dejaba al uruguayo delante del portero pero Waterreus aguantó bien y sacó el balón con la pierna derecha.
Tras el descanso, y con la salida de Héctor Font, el Villarreal tuvo diez minutos de asedio a la puerta del Rangers y en el minuto 48 lograba el empate por medio de Arruabarrena. Riquelme metía un balón entre líneas a Forlán en la parte derecha del área. Pase de la muerte del uruguayo y, tras el intento de remate de tacón de Guille Franco, llegaba 'El Vasco' al segundo palo para empujarla. Tras el gol, el Rangers subió las líneas y se fue a por el gol que le diese la clasificación. Sin embargo, no tuvo demasiadas ocasiones claras para lograr el segundo tanto. La más clara un centro desde la derecha que Boyd llega a rematar pero sin apenas darle al balón. Estuvo más cerca el 2-1 que sentenciaba la eliminatoria con dos claras ocasiones que el debutante Guille Franco no logró convertir.
Con este pase a cuartos de final, el Villarreal se convierte en el debutante que más lejos llega en la Champions League.

Barcelona 1 - Chelsea 1. Partido aburrido el disputado en el Camp Nou. En ningún momento dio el Chelsea la impresión de levantar la eliminatoria. Mourinho sacó un equipo conservador y extraño; Lampard de mediocentro con Makelele, Robben en la mediapunta y la sorpresa de Duff. El Barcelona hizo un partido inteligente, aguantando atrás y dándole el balón a los ingleses que no supieron que hacer con él. Los cambios tampoco ayudaron al Chelsea a crear ocasiones -dará que hablar el cambio de Drogba por Crespo- y así el Barcelona en una jugada aislada que se inventó Ronaldinho puso el 1-0 que sentenciaba la eliminatoria. Buen gol del brasileño que arrancó en la frontal y tras regatear a Terry marcaba de fuerte disparo. En el descuento, Lampard marcaba en un inexistente penalti de Gio a Terry, precedido de fuera de juego del central inglés. Destacar la lesión de Messi en el primer tiempo, que afectó mucho al joven argentino. Los jugadores comentaron que le habían encontrado llorando en el descanso.

Juventus 2 - Werder Bremen 1. Con mucho sufrimiento y con el regalo de Wiese evitaron los italianos la que hubiese supuesto la gran sorpresa de la noche. Se presentaba un partido en el que se iba a atacar mucho. Los juventinos porque necesitaban la victoria y los alemanes porque son un conjunto que no sabe defender. Así, en el minuto 13, Micoud adelantaba al Bremen y ponía aún más complicada la eliminatoria para los hombre de Capello. Pero los italianos se fueron en busca de esos dos goles que les daría el pase. El portero suplente de los germanos, Tim Wiese, se convirtió en el protagonista de la noche. Tras prolongar el empate italiano hasta el minuto 65, obra de Trezeguet, con paradas de gran mérito a Ibrahimovic, Emerson y el autor del gol, llegaba el 2-1 de Emerson. Era el minuto 88, Wiese había recogido el balón. El portero se tiró al suelo para ganar algún segundo y al rodar por el suelo se le escapó. Emerson que pasaba por allí se encontró el balón y marcó a puerta vacia el gol que daba el pase a los italianos.