
Mucho se está hablando estos días del Balón de Oro. La pelea por el preciado trofeo llega a su fin y cinco parecen ser los candidatos: Cristiano Ronaldo y su autoproclamación como merecedor del galardón, Iker Casillas y su "campaña" desde Madrid y España en general, Fernando Torres y sus declaraciones en France Football, Leo Messi y la recogida de firmas por el diario Sport en su favor y Xavi Hernández que no se ve merecedor del trofeo. Sin embargo, hay un gran olvidado en esta lista: Andrei Arshavin. El pequeño genio de San Petersburgo merece ser candidato como el que más. ¿Por qué?
Porque es decisivo. Porque contrariamente a lo que muchos afirman de que se borra en los partidos clave, en la Copa de la UEFA nos dejó exhibiciones en los momentos importantes del torneo: en Leverkusen en los cuartos de final, ante el Bayern en semifinales y en la final de Manchester.
Porque es la punta del iceberg de una generación que ha hecho renacer un fútbol tan histórico como el ruso. Porque fue semifinalista de la EURO. Porque con sólo tres partidos en Austria y Suiza le bastó para ser uno de los mejores del torneo. Porque hizo muy buen partido ante Suecia. Porque contra Holanda en cuartos de final nos dejó una de las mejores actuaciones individuales del campeonato.
Porque ha llevado a su equipo del alma a hacerse un nombre en Europa. Porque ha guiado a su Zenit a ganar la liga 24 años después. Porque el palmarés de títulos de este 2008 es difícilmente igualable con cuatro campeonatos en su haber: Liga rusa, Supercopa Rusa, Copa de la UEFA y Supercopa de Europa.
Porque es un jugador con una técnica exquisita. Porque hace que el fútbol parezca sencillo. Porque disfruta asistiendo a sus compañeros. Porque ayer nos volvió a dejar otra obra de arte de las suyas y ya he perdido la cuenta de las que lleva. Porque ha sido el jugador que más me ha hecho disfrutar en los últimos años. Por todo esto y mucho más, Andrei Arshavin también merece ser candidato al Balón de Oro.
Porque es decisivo. Porque contrariamente a lo que muchos afirman de que se borra en los partidos clave, en la Copa de la UEFA nos dejó exhibiciones en los momentos importantes del torneo: en Leverkusen en los cuartos de final, ante el Bayern en semifinales y en la final de Manchester.
Porque es la punta del iceberg de una generación que ha hecho renacer un fútbol tan histórico como el ruso. Porque fue semifinalista de la EURO. Porque con sólo tres partidos en Austria y Suiza le bastó para ser uno de los mejores del torneo. Porque hizo muy buen partido ante Suecia. Porque contra Holanda en cuartos de final nos dejó una de las mejores actuaciones individuales del campeonato.
Porque ha llevado a su equipo del alma a hacerse un nombre en Europa. Porque ha guiado a su Zenit a ganar la liga 24 años después. Porque el palmarés de títulos de este 2008 es difícilmente igualable con cuatro campeonatos en su haber: Liga rusa, Supercopa Rusa, Copa de la UEFA y Supercopa de Europa.
Porque es un jugador con una técnica exquisita. Porque hace que el fútbol parezca sencillo. Porque disfruta asistiendo a sus compañeros. Porque ayer nos volvió a dejar otra obra de arte de las suyas y ya he perdido la cuenta de las que lleva. Porque ha sido el jugador que más me ha hecho disfrutar en los últimos años. Por todo esto y mucho más, Andrei Arshavin también merece ser candidato al Balón de Oro.
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