Debut de Brasil, la otra gran favorita al título junto a España. Enfrente una Corea del Norte exótica en la que tenemos todo por descubrir. Curioso que en un mundo tan globalizado donde podemos conocer cosas de cualquier rincón, nos encontremos en un Mundial con una selección tan desconocida para todos. Y no solo para el aficionado medio sino también para aquellos profesionales especialistas en el fútbol internacional.
Que quede una cosa clara, Dunga no enamora con su fútbol. Que nadie espere que esta Brasil sea una oda al 'jogo bonito'. Este equipo tiene problemas ante rivales que se le cierran porque falta talento puro pero nos da su mejor versión cuando tiene espacios y sale a la contra. Eso sí, hay una cosa que no se le puede discutir, dos torneos importantes con Dunga y campeón de la Copa América y de la Confederaciones. El seleccionador se ha olvidado de las nuevas apariciones en el país y ha llamado al bloque que lo ha llevado hasta Sudáfrica. Incomprensible que Pato, Hernanes y Neymar se hayan quedado en casa.
¿De Corea del Norte qué decir? Sólo aquellos que sigan las clasificatorias asiáticas por canales árabes se podrán hacer una idea de lo que es. Yo reconozco que vi un rato contra Corea del Sur en Seúl y fue un equipo ultradefensivo. En uno de los partidos de preparación contra Grecia descubrí a Jong Tae-Se. El delantero nos dejó dos golazos y ya avisé que sería uno de los que iba a seguir con atención.
El partido tuvo historia hasta que Brasil se puso por delante con la colaboración del portero (otra más en el Mundial). La 'canarinha' nos dejó sus habituales problemas para generar fútbol, algo lógico con esa pareja Gilberto Silva-Felipe Melo que no aporta nada de fluidez al juego. Corea se defendió como pudo, más por acumulación que por buenos conceptos tácticos, y buscaba las contras con Jong Tae-Se (que es el primer jugador que veo que llora con su himno). Me causó sensación este coreano. Generaba sensación de peligro cada vez que arrancaba con potencia y velocidad. Y siempre tocando el balón al espacio y con sentido. Al final, con la relajación brasileña llegó el histórico tanto asiático.
He leído que a mucha gente le ha sorprendido el juego de Brasil. Yo que he seguido un poco la trayectoria de Dunga vi lo que esperaba, aunque es cierto que no contaba con que Corea le aguantara el 0-0 casi una hora. Mientras siga la misteriosa desaparición de Kaká, sólo Robinho parece tener algo distinto. Y me alegro por el gran partido de Elano porque me parece un jugador muy interesante y no entiendo que hace por Turquía cuando tiene nivel de sobra para estar en una de las grandes ligas europeas.
Que quede una cosa clara, Dunga no enamora con su fútbol. Que nadie espere que esta Brasil sea una oda al 'jogo bonito'. Este equipo tiene problemas ante rivales que se le cierran porque falta talento puro pero nos da su mejor versión cuando tiene espacios y sale a la contra. Eso sí, hay una cosa que no se le puede discutir, dos torneos importantes con Dunga y campeón de la Copa América y de la Confederaciones. El seleccionador se ha olvidado de las nuevas apariciones en el país y ha llamado al bloque que lo ha llevado hasta Sudáfrica. Incomprensible que Pato, Hernanes y Neymar se hayan quedado en casa.
¿De Corea del Norte qué decir? Sólo aquellos que sigan las clasificatorias asiáticas por canales árabes se podrán hacer una idea de lo que es. Yo reconozco que vi un rato contra Corea del Sur en Seúl y fue un equipo ultradefensivo. En uno de los partidos de preparación contra Grecia descubrí a Jong Tae-Se. El delantero nos dejó dos golazos y ya avisé que sería uno de los que iba a seguir con atención.
El partido tuvo historia hasta que Brasil se puso por delante con la colaboración del portero (otra más en el Mundial). La 'canarinha' nos dejó sus habituales problemas para generar fútbol, algo lógico con esa pareja Gilberto Silva-Felipe Melo que no aporta nada de fluidez al juego. Corea se defendió como pudo, más por acumulación que por buenos conceptos tácticos, y buscaba las contras con Jong Tae-Se (que es el primer jugador que veo que llora con su himno). Me causó sensación este coreano. Generaba sensación de peligro cada vez que arrancaba con potencia y velocidad. Y siempre tocando el balón al espacio y con sentido. Al final, con la relajación brasileña llegó el histórico tanto asiático.
He leído que a mucha gente le ha sorprendido el juego de Brasil. Yo que he seguido un poco la trayectoria de Dunga vi lo que esperaba, aunque es cierto que no contaba con que Corea le aguantara el 0-0 casi una hora. Mientras siga la misteriosa desaparición de Kaká, sólo Robinho parece tener algo distinto. Y me alegro por el gran partido de Elano porque me parece un jugador muy interesante y no entiendo que hace por Turquía cuando tiene nivel de sobra para estar en una de las grandes ligas europeas.
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