jueves, 11 de marzo de 2010

Un Madrid sin cromosoma Champions


En la presentación de las entradas para la final de la Champions que se hizo el pasado viernes en la capital española, Florentino Pérez decía que el Real Madrid llevaba inscrito la palabra Europa en su ADN. Sin embargo, parece que en los últimos años los conjuntos blancos han nacido sin el cromosoma de la Champions. Son ya seis años consecutivos en los que caen eliminados en octavos de final. Esta vez no sirvieron ni los millones gastados en verano, ni la ilusión por disputar la final en su propio estadio, ni el espíritu de Juanito.

El Madrid, como se esperaba, salió en tromba y antes del primer minuto Kaká ya había tenido la primera. Un genial pase de Guti a Ronaldo servía para que el portugués empatara la eliminatoria con un disparo en el que Lloris debió haber hecho más. El Lyon no aparecía por el partido y los blancos apretaban recuperando el balón con facilidad. Higuaín tuvo dos clarísimas para poner el cruce de cara pero en una el palo y en otra una mano del portero francés lo impidieron. Individualista el argentino en la segunda ocasión porque tenía a Cristiano a su derecha sólo para empujarla. Así se llegó al descanso con la sensación de que el Madrid podría haber tenido la eliminatoria ya resuelta.

A la vuelta de vestuarios, Puel reaccionó y metió a Källström y Gonalons en el centro del campo y restrasó a Toulalan a la defensa. Este cambio táctico y el desplome físico del Madrid hicieron que el Lyon se adueñara del balón y controlara el partido sin apuros. El campo se inclinó hacia la portería de Casillas y finalmente fue Pjanic el ejecutor de una fantástica jugada trenzada entre el 'Chelito' Delgado, Källström, Lisandro y el bosnio. El equipo de Pellegrini adelantó sus líneas sin mucho ímpetu, pero fue el Lyon quien pudo ganar el partido en dos contras de Lisandro y Delgado. Al final, una gran victoria de la humildad.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de la prensa madridista. Se han dedicado a ningunear al Lyon durante toda la eliminatoria, algo que gusta mucho hacer en los medios cuando ni se conoce lo que hay enfrente por cierto. Leyendas blancas como Sanchís y Del Bosque han criticado que se use el ya manido 'espíritu Juanito' cuando sólo había que levantar un gol de desventaja. Y el 'Chelito' también se quiso acordar de la prensa tras el partido y mandó un recadito a todos esos forofos que se disfrazan de periodistas. El argentino se preguntaba que para qué iban a jugar si estaba ya claro que saldrían goleados del Bernabéu. Ahora toca disparar contra todo lo que se mueve y especialmente contra Pellegrini. Lo que hay que leer...

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miércoles, 10 de marzo de 2010

Noche reivindicativa


Noche mágica y de reivindicaciones la de ayer en el Emirates. Pintaba fea la previa del partido con la ventaja que traía el Oporto de Do Dragão y con Fàbregas viendo el partido desde la grada por un problema en los isquiotibiales. Sin embargo, el Arsenal firmó uno de los mejores encuentros de la temporada. Y es que cuando el equipo 'gunner' está inspirado, difícilmente se le puede parar. Los tres grandes protagonistas de la exhibición de ayer fueron Samir Nasri, Nicklas Bendtner y Andrei Arshavin.

Nasri se erigió anoche como el líder del equipo. Wenger le dio la batuta dejada por Cesc y al chaval no le pesó el hecho de tener que sustituirle. El francés, que lleva una temporada decepcionante, recordó a aquel jugador que maravillaba en Marsella y que imaginábamos que sería en Londres. Como ya hiciera ante el Burnley, jugó por dentro y con libertad de movimientos. Si el sábado ya se le vio una cierta mejoría, anoche simplemente lo bordó. Maravilloso el pase que le mete a Arshavin en el primer gol al que el ruso no llega por muy poco y de 'crack' la jugada con la que sentencia la eliminatoria. Y no hay que olvidar que apenas un minuto antes, sacó un balón debajo de los palos en un córner que hubiera supuesto el 2-1.

A Bendtner que le digan lo que puede llegar a cambiar el fútbol en apenas tres días. El sábado nos dio un recital de ocasiones falladas, algunas de ellas clamorosas. El Emirates le despidió con una irónica y atronadora ovación mientras el danés se iba entre risas del campo. Wenger dijo en la rueda de prensa posterior que los goles de Nicklas llegarían ante el Oporto, pero imagino que ni él mismo se esperaba una actuación así. Tres goles con los que a muchos les habrá callado la boca pero que a mí me seguirá sin convecer.

¿Y qué decir de Arshavin? A mí me tiene ganado desde el primer día en que le vi jugar así que puede que no sea muy objetivo cuando hablo de él. Anoche participó en tres de los cinco goles. En el primero a punto de llegar al pase de Nasri que salió rechazado para que Bendtner marcara, en el segundo con una fantástica jugada para cederle el balón al danés y en el cuarto llevando la contra para darle el balón a un Eboué que definió como si de un delantero puro se tratase. Un balón al hueco en carrera que tiene más complicación de la que parece, con la fuerza justa para que el marfileño llegué sin aminorar la velocidad de su carrera.

El Arsenal ya está en cuartos de final guiado por un Nasri y un Bendtner que han sido muy criticados en los últimos tiempos y por un Arshavin que a veces parece que se encuentra ausente y que algún palo que otro ya le ha caído. Una noche que sirvió para que se reivindicaran especialmente el francés y el danés. Me alegro especialmente por Nasri, un jugador del que muchos esperamos más partidos como este y que, salvo contadas ocasiones, todavía no ha alcanzado el nivel que intuíamos en Marsella.

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miércoles, 3 de marzo de 2010

El viejo fútbol inglés


El fútbol directo, el juego aéreo, el choque, la agresividad, la contundencia, la estrategia,... Recuerdos del viejo fútbol inglés que el Stoke City se ha encargado de que no olvidemos. El Britannia Stadium se ha convertido en un fortín y en un quebradero de cabeza para todos los entrenadores que lo visitan. La agresividad, en ocasiones muy al límite del reglamento, los saques de banda de Delap y el juego aéreo de los 'potters' hacen que el conjunto de Tony Pulis sobreviva holgadamente en la Premier.

Lo primero que descubrí de este Stoke fueron sus saques de banda. Durante la temporada pasada el irlandés Rory Delap se hizo mundialmente conocido por la potencia de sus brazos, capaces de convertir un saque lateral a más de treinta metros de la portería en un córner. Pocas veces una jugada que a simple vista no entraña demasiado peligro puede convertirse en una gran arma ofensiva. Parece ser que no resulta tan fácil de defender y es que los lanzamientos de Delap han terminado varias veces en gol.

Otra de las grandes características del equipo es la agresividad que emplean sus jugadores, especialmente en el Britannia. Siempre al límite del reglamento o incluso por encima de él y con unos árbitros que en ocasiones son demasiado benévolos con ciertas acciones. Muchos entrenadores también han censurado la dureza del Stoke y uno de los más críticos siempre ha sido Wenger. El técnico alsaciano calificó el partido del sábado como una batalla desde el minuto uno y, desgraciadamente, a mí me sorprendió muy poco que Ramsey cayera lesionado de gravedad precisamente en el Britannia.

Lo que le es innegable a los 'potters' es su competitividad, que se acentúa más en su estadio donde sólo han sido capaces de ganar los tres primeros de la tabla y el Birmingham. A pesar de sus limitaciones, la temporada pasada acabaron duodécimos dejando a once puntos el descenso y en ésta llevan toda la liga en mitad de tabla. Han comenzado el 2010 en una gran forma y es que la derrota ante el Arsenal fue la primera del año tras diez partidos invictos incluídos cuatro coperos. Una FA Cup en la que han eliminado a Arsenal y Manchester City y van a por el Chelsea en cuartos de final.

En definitiva, un conjunto que evoca tiempos pasados en las islas, la reencarnación más cercana al Wimbledon de los 90 con el díscolo Vinnie Jones a la cabeza, un tipo de juego y una forma de vivir y sentir el fútbol que personalmente creo que siempre debería estar presente en la Premier.

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